Hace bastantes años en un taller de Sicodrama impartido
por Rojas-Bermúdez, yo le pregunté ¿Cuál era la ética del sicodrama? Con esa
forma especial que tiene él al usar el lenguaje más o menos me contestó:
En todas las
sicoterapias, de alguna manera, el terapeuta es el curador. Si el terapeuta es
el curador, el paciente no sabe lo que tiene que hacer. Es el terapeuta el que
tiene el poder de curar arrogándose todos los derechos.
El planteamiento en
Sicodrama es al revés: es el individuo el que tiene que aprender a curarse y el
terapeuta tiene que facilitar los medios para que él descubra la manera de
resolver su conflictiva.
Es lo mismo que en
cualquier enfermedad, una persona tiene un absceso. El médico lo abre, lo
limpia, le pone antibiótico… Es lo que se puede hacer médicamente. Pero la forma
de unirse una célula a otra, de eliminar trozos o deshechos y demás, es
totalmente una función del propio organismo. El médico no puede enseñar a una
célula que se pegue a otra y en qué punto. Vemos cicatrices raras, gruesas,
retorcidas o perfectas. La forma de cerrar tiene que ver básicamente con el
organismo de cada uno. Lo único que puede hacer el médico es disminuir la
tensión o la fiebre o lo que sea, para favorecer que la
propia persona encuentre la forma eficaz para la reparación. El único que tiene
la percepción de cómo se siente mejor es el paciente con su propia experiencia.
Por lo tanto, hay que
dejar que el individuo guíe su propia curación: “Lo ético es
seguir al paciente”.
Si el terapeuta tiene
la idea previa de que al paciente le
pasa tal o cual cosa y quiere que salga eso, está manipulando. Lo que buscamos
en Sicodrama es no meter nuestro propio material. Eso depende de la forma de
trabajo. Si se trabaja con interpretaciones se le está diciendo al otro qué es
lo que le pasa: “Usted está haciendo esto por tal cosa” y este señalamiento
está pasando por la propia vivencia del terapeuta. El manejarse con
interpretaciones es contaminar el material.
En Sicodrama la
situación es distinta, en cuanto, a la aproximación al paciente. En Sicodrama se trata de crear
situaciones donde el individuo se maneja con su material. El terapeuta lo
que dirigiría sería la técnica para que
las cosas se pongan en evidencia. Todo el contenido es del protagonista. El
trabajar con las Formas permite no contaminar el paciente con el
material del terapeuta.
Por ejemplo, si el
paciente dice “me voy a suicidar”. El terapeuta debe aceptarlo “bueno ¿Cómo te
vas a suicidar? “Y pasar a trabajar la situación global con imágenes o
dramatizaciones. Todo eso depende del protagonista. No se trata de decirle
“dices que te quieres suicidar para
llamar la atención” esto sería una lectura contaminada del terapeuta.
Otra cuestión sería
¿Cuál es la actitud del terapeuta ante alguien que plantea que se quiere
suicidar? ¿Tratar de evitarlo? ¿Darle una salida hacia la vida? ¿Dejarlo ir hacia la muerte si es lo que
quiere? O rehuir trabajarlo porque le da miedo no saber manejar la situación.
Lo primero es no
eludir la situación crítica sino aceptarla. Ir a verla directamente con la
mayor cantidad de datos posibles y pasar después a elaborarlos. El paciente es
libre para elegir. El director lo que haría es investigar cuáles son todas las
posibilidades que tiene a favor o en contra con respecto a las cosas que pueden
pasar. El proceso es que el individuo decide algo consigo mismo. Y nuestra
labor es de qué manera conseguimos objetivar la situación.
Hay que llevar al
paciente a resolver su problemática, que esa problemática sea bien o mal vista
para la sociedad es otra cosa. Lo básico es ¿Qué es lo que este individuo
necesita para vivir bien? El individuo lo que está buscando es eso. Ahora,
¿Cuál es su forma? ¿Cómo se las ingenia? Eso es cosa de él.
La situación
terapéutica no es tratar de entrar dentro del bien y del mal. ¿Qué es lo bueno
o lo malo? Porque lo bueno puede ser bueno para el terapeuta y malo para el
paciente o al revés. No es ¿Cómo puedo dejar que este tipo haga las
barbaridades que hace? Es de qué manera poner las cartas sobre la mesa y que él
decida.
“Lo terapéutico va a surgir de la ética de la relación
terapéutica”
Lo terapéutico,
básicamente, es recibir el material del paciente e intentar que con eso resuelva
para su vida, no para la del terapeuta.
Al releer esta genial
respuesta enlazo con la idea de la necesidad que tienen, algunos terapeutas, en
curar a sus pacientes por encima de todo y lo más deprisa posible. Esta necesidad
de curación tiene más que ver, con el propio deseo que, con el buen hacer
profesional. El deseo está construido sobre una carencia, en este caso, del
terapeuta.
Establecer el vínculo
terapéutico sobre esta carencia conlleva, según mi opinión, a solventar el
vacío del terapeuta y no el del paciente. Hay una frase de Lacan que siempre me
llamó la atención y ahora viene como anillo al dedo “Es necesario cuidarse de aquel que quiere tu bien”.
Amelia Coppel, Sicodramatista.
No hay comentarios:
Publicar un comentario